El día que murió Olivia Septiembre 04 2004 a la 1:40 del día, te llame a ti primero que a nadie , te dije –Mi hermana se me fue- y ahí te quedaste en el teléfono nada mas escuchándome llorar y tratando de animarme como siempre lo has hecho, como siempre tu y yo nos comunicamos aún sin palabras

Te conté todo acerca de como la muerte vino y se llevo a mi hermanita, y de como dolió, estuve ahí y mire en una pantalla los últimos latidos de su corazón de como la vi salir en una camilla metálica con un colchoncillo verde, cubierta ella con una sabana blanca, ... la piel se me eriza de verlo en mi recuerdo , Yo no quería que te fueras así , y tan joven tan repentinamente y además siendo tu tan especial Olivia , Dios es mi único consuelo con la esperanza de la resurrección firme en mi ,... .

Martha , te conté todo al respecto esa noche que me quede a dormir en tu casa la noche de la tercera misa en “Santo Domingo o Maria Goretti” como el templo se llama ahora , te conté los detalles y como la respiración de Olivia sufrió de tantas variaciones , se aceleraba , de 18 a 25 latidos por minuto , después de bajar a 14 y subir otra vez a 45 y así consecutivamente , los Dres. Insistieron en que eso no era posible, que ella prácticamente ya estaba muerta que las reacciones que vimos cuando Mauricio y mis sobrinos entraban en la habitación, bueno, según ellos no era posible..........Yo lo vi, yo lo escuche!
Esa noche lloramos juntas y hasta cantaste para mi aun cuando tu te sentías tan mal físicamente, hiciste todo lo posible por hacerme reír, estuviste conmigo en las misas y ni tu hemodiálisis te importo, estuviste conmigo como siempre sin importar mas nada.
Me dijiste al día siguiente, que yo había respirado a ratos con la misma descripción que yo te describí, no dormiste mucho y te quedaste alerta velándome el sueno.

Gracias Martha!